La familia de los Habsburgo-Lorena decidió vender, siete meses después de haberlo recuperado, el castillo rumano de Bran, edificio medieval conocido como una de las residencias del príncipe Vlad el Empalador (s.XV), que inspiró las leyendas sobre el vampiro Drácula.
El presidente del concejo municipal de Brasov, Aristotel Cancescu, confirmó hoy ante la prensa que recibió recientemente una oferta por parte de los abogados que representan a los propietarios.
Afirmó que estudia la oferta junto con los juristas de la institución administrativa local, sin embargo no indicó ningún detalle sobre aspectos financieros.
"El Castillo de Bran es un objetivo de máxima importancia para el turismo de nuestro distrito y tomamos muy en serio la oferta de comprarlo", dijo Cancescu.
El castillo, que alberga un museo de arte medieval, fue devuelto el pasado mes de junio a los herederos de la princesa Ileana de Rumanía, casada con el archiduque Antón de Habsburgo.
Un portavoz de los Habsburgo declaró en aquel momento que durante tres años el edificio conservará su actual función como museo y que luego "sólo el futuro decidirá el destino de esta residencia".
La fortaleza, situada cerca de Brasov, en el centro de Rumanía, fue construida por los caballeros de la Orden Teutónica a principios del siglo XIII y sirvió durante la Edad Media a la defensa de la ruta comercial que comunicaba Valaquia con Transilvania.
El príncipe Vlad el Empalador utilizó esta fortaleza para fines militares varias veces durante su reinado.
Los colonos alemanes de Brasov, que compraron el castillo a fines del siglo XV, lo regalaron en 1918 a la reina María de Rumanía, que lo convirtió en residencia estival de la familia real y lo dejó en herencia a su hija Ileana.
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