martes, julio 17, 2012

LA HISTORIA

O una parte mal contada.

La verdad es que plantear la tarde comiendo techo no motiva y, en cierta medida, me gustaría que este fuera un periodo de esos en los que me siento más activo y creativo que nada.
Pero las rachas se encadenan y a veces se invierten. Tengo fe en esto último.

El origen de mi apatía conlleva un círculo vicioso: falta de motivación, preocupación, falta de planes, nada de deporte, no transmito mi sentir, falta de...

Y mira que me jode. Soy activo, lo llevo por naturaleza y la peor noticia que me pueden dar es que no puedo forzar en el deporte de momento.
Ojalá me operaran y me quitaran esa mierda ya. Me dañé levemente el músculo pero no se va a recuperar bien hasta que no haya normalidad en la zona.

Quizás, al fin y al cabo lo que menos me preocupa es lo que ya tengo.
28 años y nosécuántos vatios después no pasa nada por esperar un par de meses más, pero que todavía pueda conllevar alguna cosa más siempre inquieta.

En fin, que me deja tocado hasta en el ánimo. Igual que soy activo soy positivo y lucho por lo que quiero y, sonará mal, lo que más quiero soy yo.
Eres lo que tienes y una vez controlado por uno mismo, lo transmites, lo das.
Y sin embargo estos días me dejo envolver en las historias de los demás, pongo mi esfuerzo y al llegar lo mío no tengo ni ganas ni fuerzas, me falta un enpujón. Tampoco lo pido, igual ese es el origen y el error.

Todos llevamos un ángel y un demonio potenciales en el interior.
Está en cada uno favorecer o desarrollar más a uno o a otro.
El bien, el mal... al final son palabras creadas, letras. Todo en su justa medida es necesario.

En la vida hay que ser honesto, buen tipo y luchador, con un punto de orgullo cabrón, pero nunca gilipollas.




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