Todas las piezas del puzzle, si alguien interactúa con ellas, componen cualquier forma.
El problema es que pocos son los que acaban tales gestas.
Y la esperanza y el esfuerzo son cosas que los humanos perdieron hace tiempo.
Como tal, no sé si gritar como la Reina Roja de Alicia aquello de "que le cooooorten la cabeza" o dejármela cortar.
Creo que mejor pasaré de todo y mañana a la hora de comer, tras terminar los incansables papeleos, me volveré a ver como el niño que cuando mire me haga sonreír.
Porque no hay peor error que no sonreír.
Recuerdo unos versos que dicen así:
"y fracasar,
y sin embargo
volver a empezar.
Y sonreír,
que nadie imagine
que podemos sufrir."
Llegará el viento que calme la tempestad,
llegarán los días de calma chicha,
llegará... llegará... hasta Papa Noel llegará, pero dentro de mi corazón sé que por muchas cartas que escriba ninguna me traerá lo que pueda anhelar.
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