Compartió historias en los demás para al final acabar olvidándose de escribir la suya. 
Nada quedó en los libros; si acaso, alguno preguntará y escribirá su visión apócrifa. Siempre será una mala versión, como las interpretaciones de las cuartetas de 2.000 años atrás. 
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)

No hay comentarios:
Publicar un comentario