jueves, noviembre 02, 2006

¿300 visitas? ¡¡MUCHAS GRACIAS!!

REALMENTE NO ME LO PUEDO CREER. LO ÚNICO QUE PUEDO HACER ES DAR LAS GRACIAS Y CONFIAR EN QUE SIGÁIS AHÍ LOS FIJOS (PERCHEVAL, CHUPETE, POGA, VIEJUNO2, COSTINHA, HELEN Y DEMÁS FAUNA CORONADA DE LA QUE NO TENGO CONSTANCIA).
GRACIAS. VAMOS A CELEBRARLO CON LA HISTORIA DE BACCHIO CONÇEIÇAO Y EL MANDRIL QUE ADORABA A BUNBURY.

Mandril amaba a Enrique Bunbury. Desde los principios de su etapa en Heroes del Silencio hasta el último disco. Bacchio lo sabía, puesto que se conocían bien.
Estudiaron juntos Industriales y fueron compañeros de fatigas veraniegas durante varios años hasta que el deporte les separó. Ocurrió en el año 2003, durante las Semana Santa de aquel año. Mandril y Bacchio se fueron a Egipto a practicar paracaidismo, con tal mala fortuna que en el día del salto hacía un viento racheado muy muy fuerte. Nuestros amigos dudaron en si realizar el salto o no, pero claro, una oportunidad así sería difícil de tener a no ser que fueras Iturralde González, por lo que decidieron subir al avión. Nuestros amigos saltaron, pero...Bacchio tuvo suerte y aterrizó en el lugar adecuado, cosa que por desgracia no le ocurrió a Mandril. Una fuerte racha de aire le desvió de la zona prevista y le llevó a parar a Jordania. Fueron años muy duros para Mandril, que tuvo que sobrevivir como granjero en una zona rural. Bacchio se quedó desconcertado. No sabía que había sido de Mandril. Pensó: "joder, este tío no quiere ser mi amigo. Yo sólo quería ser amable. Ojalá pudiera arreglar este malentendido. Puf." Durante su estancia en Jordania Mandril trató de contactar con Bacchio, pero los medios no eran los más adecuados. En una visita a Amman trató de llamarle, pero unos policías le tomaron por sospechoso y le acusaron de conspirador. Gracias a una campaña del diario gratuíto QUÉ, la ciudadanía tomó conciencia del problema y fue cuando, por fin, después de tanto tiempo, Bacchio supo las razones de la extraña desaparición de Mandril. Pero la relación nunca volvió a ser como antes, ya que el tiempo había hecho mella en la relación.

Pero una visita de Bunbury era la excusa perfecta para volver a hablar. Eso fue lo que hizo Bacchio. Mandril al principio se mostró reacio. Los modales jordanos asumidos forzosamente le habían cambiado, pero claro, Bunbury es Bunbury, así que aceptó visitar a su amigo Bacchio. Bacchio estaba feliz. El sábado iría con su viejo amigo al concierto de Bunbury. Después de tanto tiempo volvían a hacer un plan juntos. "¡RIIIIN!" sonó el timbre. "¡Coño Pachenco! ¿Cómo estás?" -dijo Bacchio. "La de cosas que tengo que contarte." -respondió Pachenco. "Anda, toma esta revista guarrona" -le dijo Bacchio.

"¿A qué no sabes quién me ha llamado?" -comentó Pachenco. "Total, que estaba yo tan feliz..." -prosiguió Pachenco.

"¿Cómo dices?" -preguntó alterado Bacchio. "¡Jajajaja! Era broma. He hablado con Mandril y me ha dicho eso." -rió Pachenco. "¿Desde cuándo hablas tú con Mandril?" -volvió a preguntar Bacchio. "Anda pesao, que más te da. Toma tu revista guarrona. Qué golfo eres, no deberías comprar estas cosas, que luego te llevarás un chasco. Y en serio, que lo que ha unido Bunbury no lo separé ni el hombre ni el viento."

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajajajajajaja.
dios mio, el bueno de chaaaaains gringo haciendo de las suyas.
esta hecho un golferas