viernes, noviembre 16, 2007

Leyendas urbanas... musicales

No hay nada más ficticio que la realidad y, sin embargo, inventamos que da gusto.

Por eso a Camilo Sesto le pusieron colágeno en las cuerdas vocales, Elvis y Lennon no sólo viven sino que están juntos en la Polinesia, Marylin Manson es Paul el Gafotas de 'Aquellos maravillosos años' y Alejandro Sanz... Pues eso, lo de Alejandro Sanz, ingresado de urgencia en todos los hospitales de España por un problema sexual. Todo el mundo tiene una tía médico que, en fin, "te juro que le vio, tío".

Sí, amigos, hablamos de las leyendas urbanas musicales, ese goloso mar de rumorologías, maledicencias y trolas imposibles que, especialmente en la Red, proliferan por esporas.

Una de mis favoritas: que La Oreja de Van Gogh financian a ETA. Sólo hay que estar un rato con estas almas cándidas para comprender que, excepto el bajista macarrilla, se trata de protovotantes (si no votantes en toda regla) de PP y PNV. Excepto, claro, el guitarrista, hijo de Txiki Benegas. Lo cual por cierto no es ninguna leyenda.

Autoerigido en Karmele Marchante de la vida, pretendía yo armar un top ten de estas geniales burradas. Cuán iluso. Cuantas más recojo entre los colegas, más incapaz me veo de determinar si que Rod Stewart se introducía cocaína en el recto es mejor que la cantidad en litros de hormona viril encontrada en el estómago de Freddie Mercury a su óbito.

Le tengo especial cariño, por tratarse de quien se trata, a eso de que Bunbury perteneció de pequeño a Parchís.

Aún en el ámbito celtibérico, está aquello del 'piño' roto de Mikel Erentxun, se supone que de un botellazo. Tengo un amigo que jura que fue en su Puertollano natal.

También están los mil y un novios de Rafa el de La Unión. La homosexualidad, como si de un monstruoso baldón se tratara, suele adornar el chisme en altos porcentajes.

Porque qué me decís de las interminables orgías de Jimmy Sommerville, al que juraría que recuerdo una vez contando cómo le habían caneado unos fachas... ¡En el 'Hola'! ¿Alguien confirma?

Aún en terreno gay, mi favorito es el que coloca a Mick Jagger en la cama con Bowie en los 70, ambos sorprendidos por la mujer de este último. Al parecer, según la siempre exacta y poco dada a mitomanías 'Rolling Stone', sólo estaban durmiendo.

Las drogas también son terreno abonado. Lo de que Mötorhead esnifaban huesos de muerto parecía una de las chorradas habituales del 'New Musical Express' hasta que Keith Richards se lo apropió (y luego se desdijo).

Me contaron una vez que Joey Ramone no se quitó unos calcetines en dos años, y le tuvieron que injertar piel cuando los echó a lavar. Recuerdo que me lo creí, no tendría yo ni 15 primaveras.

También estaba aquello de que Iggy Pop cagaba y dormía en la terraza de su piso. Esto, no sé por qué, me lo creo.

Y luego están los mitos pergeñados y creados por sus propios protagonistas. Por ejemplo, lo de Ramoncín recibiendo una lluvia de discos con forma de estrella ninja en el Viña Rock 2005. Con lo que se quiere a Ramón, menuda exageración.

Y el cantante de Kiss, que se electrocutó la lengua al estamparla en el micro, así que se hizo un injerto de vaca, y de ahí ese húmedo badajo bucal.

Me rindo. Invito a sus señorías, el cliente siempre tiene la razón, a sumar estupendas trolas famosas.

Aunque tampoco lo veo demasiado necesario. Porque ¿existe la leyenda urbana musical que supere la horripilante y muy real nariz-cartílago de Michael Jackson? Pues eso.

(Bueno, pensándolo bien, no está nada mal eso de que Marylin Manson se habría quitado una costilla para poder autofelarse mejor...).

1 comentario:

L.V. dijo...

http://www.elmundo.es/elmundo/2007/11/16/rockandblog/1195178843.html