144000 son los elegidos

Contraste tras otro, no puedo creerme que haya prendas de ropa tan feas (a la espera de recibir fotos que ya colgaré) y tan caras a la vez. Una chaqueta tipo King África que cuesta 150 euros, un chádal tipo Belén Esteban por 250 euros... ¡y todo eso a precio de outlet, porque en la calle el precio recomendado era el doble!



Esto va a parecer una mezcla extraña, con tema tras otro sin conexión aparente excepto el brillo de los ojos, pero a lo que iba ahora.

El viernes, todavía no sé como, me debí llevar un golpe en donde me hice la brecha hace ya un par de años, hablé con gente sobre eso sin sacar nada en claro de porque me dolía y al día siguiente me seguía doliendo esa zona como cada vez que me llevo ahí un golpe. Es absurdo, pero cualquier golpe que me dé ahí, me duele. Ya sea al girarme en la cama y caer más fuerte en la almohada, que me dolerá. Misterios que se quedarán sin respuesta.



Por cierto, siempre había pensado que las bondades de la termomix eran una de esas leyendas urbanas que se cuentan, pero no, como cocina la muy perra de la máquina...

Lo comprobamos esa noche. Desde pastel hasta empanada, pudding, paté... en las fotos del viernes entre otras cosas se podrán observar esas bondades, amén de camisas ibicencas, velas, gente haciendo el tonto, gente pensando que el tonto era yo por lo feliz que era haciendo fotos, los del culebrón a su marcha y muchas más.




Si todo fuera bien, hoy uno de mis equipos debería ganar, nos salvamos del descenso matemáticamente y así me podré ir a ver conciertos de Fangoria de esta semana.
Espero que no ocurra como ayer, que perdí con otro equipo, se nos fue la liga, me llevé muchas patadas y acabé muy cansado y dolorido.



En parte será de dormir poco, pero ya tenía pensado descansar anoche y no pudo ser. Fui con dos amigos a visitar un bar que tenía pendiente y mi sorpresa fue que estaba lleno. También me parecio un antro en el que el humo era el rey y, sintiéndolo por la del trabajo, nos fuimos a los dos minutos (contando excusa, je).



La noche del sábado la tenía que haber pasado en casa, viendo el fútbol de tranquis, y así hoy estaría descansado y haciendo cosas de provecho, no escribiendo estas líneas,je.