Lo ves de otra forma,
se divide en dos,
si antes eran dos
no podían planearlo mejor.
Con suavidad lo coges,
lo miras y lo mimas.
Con suavidad recoges
el viento que ha
dejado tu olor desplegado.
De rodillas sin rezar,
aun te duelen
las cosas que tuviste
que aguantar.
Y se callan.
Y te miran.
Y se callan mientras rezan.
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