jueves, abril 26, 2007

La familia Ulises




La familia Ulises es una serie de historietas costumbristas creadas a partir de 1945 para la revista TBO por el guionista Joaquín Buigas, director del semanario, y el dibujante Marino Benejam.



Los guiones fueron realizados por Buigas en solitario hasta 1952; entre 1952 y 1963 contó con la ayuda de Antonio Viña, su socio en la revista; tras la muerte de Buigas en 1963 fue Carlos Bech el encargado de escribir las historias de la familia Ulises. En cuanto al dibujo, Benejam realizó la serie hasta 1971, momento en que fue sustituido por José María Blanco, quien imitó su estilo al detalle. Estos cambios apenas supusieron cambios en la realización de la serie, que permaneció fiel a sus planteamientos iniciales durante toda su existencia; en todo caso, en la época de Carlos Bech, se dio un giro aún más conservador a la historieta, evitando cualquier ridiculización de los padres.



La serie está protagonizada por una familia de clase media barcelonesa, formada por un matrimonio de mediana edad, tres hijos, la abuela y un perro.



* Don Ulises Higueruelo: es el cabeza de familia. Bajito, gordo y calvo,´Ulises es un personaje optimista, amable, algo apocado, con un lado juguetón que a menudo le trae complicaciones. No está muy claro en qué trabaja, pero, aunque no pasa privaciones, siempre está ideando planes para enriquecerse.



* Su esposa Doña Sinforosa, rechoncha como su esposo pero bastante más prudente; es un personaje un tanto anodino. Su principal aspiración es ascender en la escala social, para lo que no le importaría casar a su hija con alguno de sus acaudalados pretendientes.



* Lolín es la hija mayor, veinteañera, rubia y bastante guapa. No parece muy interesada en las maniobras de su madre para buscarle marido.



* Los hijos pequeños, Merceditas y Policarpito, aunque algo traviesos, no son nada problemáticos, y tienen muy buen corazón, como demuestran en varias historietas.



* Doña Filomena: es la madre de Doña Sinforosa, traída del campo a la ciudad para desdicha suya, porque no termina de adaptarse a la urbe. Con sus canas recogidas en un moño y su eterno chal sobre los hombros, es el principal personaje cómico de la serie, sobre todo por su peculiar forma de pronunciar ciertas palabras. Muy aprensiva, imagina peligros donde no los hay. Participa del interés de su hija por el futuro de Lolín.



* El perro Tresky, la mascota de la familia.



Un personaje secundario de importancia es Fernandino, un caradura, viejo amigo de Ulises, que se aprovecha a menudo de su ingenuidad y de la de su familia.



Numerosos elementos contribuyen a ubicar la serie en la Barcelona contemporánea de su escritura: los veraneos en el pueblo (San Agapito del Rabanal), el estraperlo, los timos, el precio de la vivienda, los primeros automóviles, la omnipresencia de la radio (y, luego, la aparición estelar de la televisión).



Las historietas de La familia Ulises aparecían en una sola página de TBO, con un total de entre 12 y 18 viñetas por página, dispuestas de forma tradicional (jamás sus autores se permitieron transgresión alguna en este sentido). El elevado número de viñetas, unido a la importancia de los bocadillos de diálogo, producía en el lector una cierta impresión de abigarramiento.



La sátira de la serie es blanda y amable, sin cuestionar jamás, ni por asomo, el ordenamiento social. Al contrario, suelen ser objeto de burla aquellos personajes que pretenden apartarse de lo habitual y emprender algo al margen de lo cotidiano (como el cabeza de familia). A diferencia de las series familiares de la escuela Bruguera, que presentan la familia como sede de continuos conflctos, la relación entre los miembros de la familia Ulises es armónica y sin tensiones. La familia va junta a todas partes, y los hijos acatan sin rebeldía la autoridad de sus padres. La calidad indiscutible de "La familia Ulises" reside en el extraordinario detalle de la observación, en la finura de los diálogos y en un humor de buena ley, basado no sólo en gags visuales sino también en los conflictos entre los personajes y las más extraordinarias coincidencias y malentendidos. De todas las series humorísticas del tebeo español es quizás aquella en que es más fácil reconocer situaciones de la vida real. Es una visión afectuosa de una realidad inmisericorde, donde las ocasiones de bochorno para los protagonistas son innumerables. De esa tensión entre la fácil identificación con los personajes por parte del lector y la contemplación divertida de sus continuas desgracias nace el sutil patetismo de la obra.

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