No confundir con el azar, que unido a la curiosidad te lleva a darte cuenta de cuestiones que parecen más el juego de la zapatilla por detrás que otra cosa.
Ante todo agradecer al percevo su esfuerzo en los comentarios, que no ha dejado pasar ni una entrada sin comentar. Cuando tenga tiempo le contestaré.
Y por supuesto agradecer a todos los que os metéis por aquí el hecho de hacerlo. Cada uno tendrá su motivo particular y yo lo agradezco. En serio, MUCHAS GRACIAS.
Me gustaría hasta traer regalitos, pero mi capacidad económica es escasa y no sé quien sería merecedor de tal esfuerzo. Así que el regalito me lo hago yo, que... me autocensuro, ya que con el alcohol hablo más de la cuenta y no, hoy no es plan de volver a largar y olé, olé, papá..
Creo que así empezaron algunos filósofos pedantes. No precisamente bebiendo alcohol, si no soltando parrafadas de este estilo. Lástima que murieran en el ólvido y se acordaran tarde de ellos.
Por tanto, lo mejor será que mañana me vaya al concierto de Fangoria o salga un rato, aunque sea solo, y que en este puente que vamos a tener los madrileños me haga una escapada al campo, aunque sea solo again.
Ya que no veré el mar muy a mi pesar (insisto en que se agradecería que me enviaran al mail fotos de ustedes en las que pudiera ver el mar), al menos salir un poco.
Toda esta parrafada me lleva a terminar recordando lo poco que la gente agradece los pequeños detalles de la vida. A veces me incorporo al grupo de los que van escuchando el mp3, en su mundo. Otras formo parte de los que van pendientes del móvil como esperando que el móvil fuera a hablar, y no, no dirá nada interesante. En otras deambulo como un zombie por las calles sin darme cuenta de nada.
Pero cuando mejor me encuentro es cuando voy disfrutando de cada detalle que veo y oigo, que por muy absurdo que sea no agradecemos generalmente hasta que nos sucede algo malo. Es triste tener que esperar tanto.
Por eso quizás me guste tanto la bici, porque me aislo del mundo dentro del mundo, es decir, pongo todos los sentidos alerta mientras voy disfrutando de cada pedalada, de cada giro de la carretera, de cada elemento que se ve...
Jo, ya me está entrando el mono de coger la bici, pero aquí en Madrid, o me la presta alguien o ajo y agua.
Pues eso, que como este detalle miles que dejamos pasar y quizás algún día echemos de menos. A veces se nos escapan de nuestro alcance, pero cuando estén cerca...
Recomendación del chef: disfrutar, dejarse de tonterías y de hacer mares de un vaso de agua, observar a nuestro alrededor y disfrutar al máximo hasta de lo más tonto. Eso es la eficiencia, y quizás por eso a veces no se me entienda y pase de debates absurdos. En fin... aprovechad y valorad las cosas pequeñas (me refiero a detalles, ¡qué hay que explicar todo!), que las mejores esencias se venden en envases pequeños. Otras no se venden, se regalan.
"...bajo un cielo azul de terciopelo,...
...sonaré que ya no tengo miedo,...
...carreteras perdidas de la tierra,...
...ya no hay respuestas, ya nadie contesta..."
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