...de que las heridas de la vida
no se curan en los brazos equivocados.
Se lanzan a vacíos que conducen
a los abismos azarosos,
montañas rusas, historias del este,
de éste o dime oeste,
del norte del sur...
Al final todo entra en una espiral de la que sólo unos logran escapar.
La gran mayoría,
desde los que esperan el final
hasta los que se encaminan
por el lado equivocado
nunca serán conscientes
de esta verdad,
de que curar la salud en brazos viciados,
es un error universal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario