viernes, agosto 10, 2012

LOS SAPOS YA NO QUEREMOS...

...que nos bese cualquier princesa.

Mañana si todo va bien estrenaré bici.
Aun no sé cual será la elegida, pero ando detrás de 3.
Dos híbridas y una de carretera.

Quiero rodar. Las primeras carreteras van a ser las de la provincia de Castellón.
Luego vuelta a Madrid y alguna subida mientras pueda, operación y... hasta que retorne al fútbol y los trotes, se convertirá en un objeto imprescindible.

Y en Madrid, quién sabe que más sorpresas nos va a deparar la city.
Mi cabeza baila al son mis pensamientos, rápidamente.
Los ojos se iluminan y la sonrisa se deja querer.

La verdad es que si pudiera me quedaría a vivir en Benicassim unos cuantos meses.
Me encanta este lugar y se está muy bien aquí.
Siempre asociaré Benicassim a mi felicidad. No me preguntes, que no entiendo.

Y con suerte, ahora que tengo varios familiares por aquí, terminaré la primera parte del árbol genealógico de mi familia paterna.
La siguiente fase va a ser en otoño/invierno, cuando vaya a buscar partidas de nacimiento y documentos a los archivos de la provincia de Segovia.

De mi línea materna ya hay alguien que los está haciendo y ha aparecido la rama Calderari, que viene de Italia.
Igual nos vamos a Italia un día...
Porque París, mi ciudad de este año se aleja.

En verdad para este año empecé con fuerza las cosas desde septiembre de 2011, pero se ha ido diluyendo todo.
¿Y qué nos queda? No lo sé.
Tampoco me importa, sigo yo, siguen los míos y al final tendremos más historias que contar.

Mis ilusiones no son muy pretenciosas. Aspiro a ser feliz. Suena a gran empresa, pero la mía está en las pequeñas cosas del día a día.
El secreto de las cosas simples; ¿lo conocéis?

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