...al éxtasis en Calanda.
Tengo ciertas creencias, diferentes a lo que se predica normalmente, pero cada vez que veo una imagen de la Virgen del Pilar me emociono.
Hoy visité la iglesia de dicha Virgen sita en Calanda.
Se construyó sobre el terreno de una casa en la que ocurrió el milagro de Calanda.
Allá por el 1637, Miguel Pellicer fue objeto de un hecho prodigioso.
Miguel sufrió la amputación traumática de su pierna derecha y tras ello se dedicó a mendigar en Calanda, pues no era admitido en ningún oficio.
Una noche, tuvo un sueño en el que se la aparecía la Virgen del Pilar, pero él tuvo la sensación de que era algo más que un ciclo onírico.
Al despertar, Miguel miró sobresaltado su cuerpo: su pierna había sido restituida.
El milagro fue comentado en toda la comarca y llegó a oídos de altas instancias eclesiásticas, que recogieron todos los datos del suceso, calificándolo de milagro al no poder explicarlo por una vía lógica.
Miguel murió un 12 de octubre (¿coincidencia?) y está enterrado en Zaragoza.
Sobre su casa se erigió la iglesia de la Virgen del Pilar, actualmente operativa.
Tan operativa que hoy estuve dentro, sintiendo un sensación maravillosa mientras me situaba ante la imagen de la Virgen.
Cuatro palabras cubrían la bóveda:
templanza, fortaleza, justicia, prudencia.
Un silencio sentido al leerlas.
Cuando salí, una voz me recordó una de esas coincidencias que se dan en la historia de nuestras vidas; había estado en la iglesia de la Virgen del Pilar que tanto siento, construida sobre la casa del cojo de Calanda, y era sin duda el momento idóneo para pedir por mi operación de la pierna.
Esa sensación, unida a la agradable felicidad de cuando estuve en el interior, me dejó unos minutos enredado en mis pensamientos.
No suelo hablar de mis creencias, pero la Virgen del Pilar ha sido siempre un faro al que acudir en los malos momentos y, aunque no sepa como explicarlo, siempre me ha abrazado con su manto de paz, FORTALEZA y TEMPLANZA, susurrando al oído que la manera de cambiar las cosas es con PRUDENCIA y que pase lo que pase nunca nos ceguemos para no perder el sentido vital de la JUSTICIA.
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