domingo, julio 01, 2007

60 años de OVNIs: 1947-2007 // Expediente Roswell

El incidente ocurrido en Roswell quizás represente el caso más célebre de la historia de los 'no identificados' y cuya controversia aún perdura en la actualidad, originando todo tipo de hipótesis y debates. Todo comenzaría un 2 de julio de 1947, pocos días después del extraño avistamiento que protagonizaría Kenneth Arnold en las inmediaciones del monte Rainier.



La noche de aquel caluroso 2 de julio de 1947, alrededor de las diez menos diez, Dan Wilmot y su esposa, fueron testigos desde el porche de su casa, situada en la calle South Penn de Roswell, Nuevo México, de cómo



"....un gran objeto brillante se desprendía del cielo, desde el sudeste. Marchaba hacia el noroeste, hacia Corona, Nuevo México, a una enorme velocidad...tenía forma ovalada, similar a dos platos invertidos y que se unían por los bordes...además brillaban como si estuvieran iluminados desde el interior..."



A la mañana siguiente y a poco más de un centenar de kilómetros en esa dirección, el capataz William Brazel descubrió unos extraños restos dispersos en su rancho.



Brazel había acudido a los pastos aquella mañana preocupado por sus ovejas, ya que la noche anterior se desencadenó una terrible tormenta con gran aparato eléctrico. Según su testimonio "fue la peor tormenta con truenos y relámpagos que había presenciado nunca, con apenas lluvia y extrañamente con una secuencia continuada de rayos que parecían caer siempre en el mismo lugar, como atraídos por algo...". En medio de la tormenta pudo distinguir una especie de explosión que no se asemejaba al sonido de un trueno corriente.



William Brazel se tropezó esa mañana con unos restos dispersos en un trozo de terreno de más de medio kilómetro de longitud y varios metros de anchura. Al principio no le dió mucha importancia y no fue hasta uno o dos días después cuando regresó al lugar para volver a echar un vistazo más detenidamente.



El sábado, 5 de julio, Brazel se dirigió a Corona y mientras se encontraba allí escuchó comentarios acerca de 'platillos volantes' vistos por aquella zona. Pensó que quizás lo que había caído en su rancho tendría relación con aquellos misteriosos avistamientos.



Al día siguiente, domingo 6 de julio, Brazel decidió que sería mejor ir de nuevo a la ciudad e informar de aquel extraño incidente a alguien. Se dirigió a la oficina del comisario del Condado de Chavez y relató lo sucedido. El comisario George Wilcox, contactaría a su vez al día siguiente con el comandante Jesse A. Marcel de la base aérea de Roswell.



El comandante Jesse A. Marcel -posteriormente ascendido a teniente coronel- era el encargado de la información en la base del ejército del aire en Roswell; hacia el final de la guerra mundial fue elegido para formar parte del 509 Ala de Bombardeo de las Fuerzas Aéreas, el único grupo de bombardeo atómico de todo el mundo en aquella época, por tanto era una pieza clave en un grupo de élite del ejército norteamericano.



Según su testimonio -será clave como podremos comprobar más adelante-, al llegar al rancho de Brazel en compañia de un subordinado, Sheridan Cavitt, observó una serie de restos de algo "que fuera lo que fuese había estallado en el aire por encima del nivel del suelo y que se desintegró antes de llegar a tierra". Así pues, recogieron tantos restos como pudieron, cargando por completo dos vehículos.



El martes 8 de julio, el resto del material recuperado es enviado por orden del Coronel Blanchard a la base de Foth Worth y la zona del hallazgo queda bajo estricto control militar.



Entretanto Blanchard ordena cerca del mediodía emitir un comunicado de prensa a través de la oficina de Relaciones Públicas de la Base anunciando el hallazgo de 'los restos de un platillo volante'.



La noticia trasciende a través de la radio local llegando al servicio de noticias de United Press y atrayendo así la inmediata atención de la prensa nacional e internacional sobre el suceso durante el resto del día. El anuncio ocupará la primera plana de los titulares del día siguiente del Daily Roswell Record y será reproducido por los principales diarios de la costa oeste.
¿Era un 'globo meteorológico'?



Sin embargo pronto llegaría el desmentido oficial. El general brigadier Ramey, comandante de la octava fuerza aérea del distrito de Fort Worth, mostró a la prensa junto a su ayudante los objetos que se habían encontrado y que parecían pertenecer a un globo meteorológico. El 9 de julio, un alud de desmentidos fue recogido por la prensa:



The Morning News de Dallas:"El presunto 'disco' solo era un globo meteorológico..."



The Daily Times Herald (Dallas): "El ejército intenta detener las habladurías de 'discos'..."



The Daily Record de Roswell: "El general Ramey niega el platillo de Roswell, afirma que el disco era un globo meteorológico..."



¿Que había sucedido? ¿Por qué ese cambio radical de opinión en la postura oficial sobre los restos encontrados en Roswell?



Muchos estudiosos del asunto Roswell apuntan que todo se debía a la puesta en escena de una hábil estratagema para ocultar la verdad sobre lo ocurrido y que los restos reales encontrados en Roswell estaban de camino en ese momento de la base aérea de Wright Patterson.



s a partir de este punto donde el incidente Roswell comienza a adquirir su verdadera dimensión.



Curiosamente, el coronel William H. Blanchard, el hombre que había ordenado el envío de la nota de prensa comentando la 'recuperación de los restos de un platillo volante por parte de la fuerza aérea de Roswell' fue destituido de su cargo el mismo 8 de julio de 1947 y "enviado con permiso".



Años más tarde Blanchard moriría y su viuda en declaraciones al investigador Stanton Friedman, recopiladas en el libro "El Incidente" de Charles Berlitz y William Moore, comentaba que su marido



...sabía que aquellos restos no era nada hecho por nosotros. Al principio creyó que podía ser algún tipo de artefacto ruso debido a los 'extraños símbolos' que aparecían...pero más tarde se percató de que tampoco era ruso..



El propio Jesse A. Marcel, encargado de la primera recogida de los restos hallados en Roswell, declararía en 1979, ya retirado de su cargo de teniente coronel, que



...en aquella época estaba muy familiarizado con cualquier cosa que surcaba los aires, tanto del ejército norteamericano como del extranjero. También le eran muy familiares todos los tipos de artilugios de observación meteorológicos o de rastreo de radar y que aquello no parecía definitivamente nada parecido, ni tampoco los restos de alguna clase de avión o cohete...



...se trataba de toda clase de restos, pequeñas varillas con cierto tipo de jeroglíficos que nadie pudo descifrar. Parecían hechas de algo parecido a la madera de balsa, y tenían el mismo peso, excepto que, en realidad, no se trataba de madera. Eran muy duras, aunque flexibles, y no ardieron.



Mi ayudante, Cavitt, halló una especie de caja negra de apariencia metálica y de varios centímetros cuadrados. No había forma de abrirla y tampoco parecía una caja de intrumentos de alguna clase, pues era muy ligera...



...una cosa que me impresionó de aquellos restos fue el hecho de que una gran parte de los mismos, pareciese pergamino. En algunos de ellos se veían extraños símbolos, una especie de numerillos...intenté romperlos y quemarlos y aquello ni siquiera humeó...



El resto de piezas que recogimos eran delgadas, parecidas al papel de estaño de la envoltura de un paquete de cigarrillos...sin embargo aquel material era imposible de doblar, ni siquiera con un martillo, no se podía abollar lo más mínimo...



Aquella particular pieza de metal tenía más de medio metro de longitud y unos treinta centímetros de anchura, era tan ligera que prácticamente no pesaba nada y tan delgada...hicimos cuanto pudimos para doblarla, desgarrarla o cortarla...pero era imposible...aún continúa siendo un misterio para mí qué era aquello.



Según Marcel, los periodistas deseaban que les hablase del asunto, pero cuando llegó el general Ramey le ordenó que no contase nada. Marcel, al parecer confesaría que el general Ramey le prohibió que contase algo a la prensa.



Ramey habló con los periodistas: "Sí, es un globo meteorológico..." y los reporteros tuvieron que aceptarlo, puesto que no tenían ninguna cosa más.



A Marcel se le apartó del asunto, "será mejor que regrese a Roswell, tienes deberes que cumplir allí...ya lo manejaremos todo desde aquí.." y se le ordenó a otro que se llevase todos aquellos restos, que fueron cargados en un avión B-29 con destino a la base de Wright Patterson para su análisis.



A la prensa se le mostraría para reforzar la 'nueva teoría' del 'globo meteorológico' una porción muy pequeña de los restos, habiendo un B-29 completamente lleno.



El general Ramey permitió a algunos miembros de la prensa que tomasen una foto de aquellos restos. Me sacaron una foto a mí (Jessi A. Marcel) arrodillado en el suelo y sosteniendo algunos de los restos metálicos de menor interés.



Se permitía fotografiarlos pero en absoluto que alguien deambulase por la estancia y los tocase. Posteriormente, quitaron los restos que habíamos traído y fueron sustituidos por otros.



Entonces permitieron tomar más fotos...aquellos restos no eran los verdaderos, que ya estaban camino de Wright Patterson. Las fotografías las tomaron con el general y su ayudante, yo ya no salía en aquellas fotos...



Sin embargo, los restos encontrados en Roswell serían tan solo una 'pequeña' parte de la historia. Muchos de ustedes se preguntarán de dónde surge la historia del 'platillo volante' estrellado si hasta ahora tan sólo hemos comentado acerca de 'pequeños restos dispersos' o de dónde surge la historia de la recuperación de los 'supuestos cuerpos extraterrestres'.



Habría que esperar más de tres décadas para que la opinión pública conociese más detalles de lo sucedido en la mañana del 3 de julio de 1947.



Diversas hipótesis en la actualidad apuntan que los restos encontrados en Roswell fueron el preludio de lo que 'caería' en una zona próxima a Socorro. Otras apuntan que en realidad estaríamos hablando de dos 'discos' accidentados, uno que se desintegró sobre Roswell y otro que caería sobre Socorro.



En ambos casos, la fecha del hallazgo sería la misma, la mañana del 3 de julio de 1947.



Barney Barnett, ingeniero de caminos, puertos y canales que trabajaba por cuenta del gobierno federal en la conservación del suelo, se encontraba la mañana del 3 de julio muy cerca del lugar donde se hallaba el 'platillo' caído.



...me encontraba realizando una tarea cuando una luz que se reflejaba en una especie de objeto metálico alargado me dio en los ojos.



Pensé que un avión debía haberse estrellado durante la noche y me dirigí hacia donde se encontraba. Pero cuando llegué allí me percaté de que no se trataba de un avión, sino de alguna clase de objeto metálico con forma de disco y una longitud de unos diez metros...



Mientras lo miraba llegaron más personas procedentes de otra dirección y que me dijeron que formaban parte de un equipo de investigación arqueológica de la Universidad de Pensilvania...



Me di cuenta que contemplaban unos cadáveres caídos en el suelo...estaban todos muertos por lo que pude ver y los que se encontraban fuera de aquel aparato habían sido arrojados por la colisión.



Tenían las cabezas redondas y grandes, ojos pequeños y carecían de cabello. Sus ropas parecían estar hechas de una pieza y eran de color gris. No se podían ver ni zapatos, ni cinturones, ni botones.



Mientras seguíamos observandolo todo, un oficial del ejército descendió de un camión y se hizo cargo de la situación. Nos dijo a todos que el ejército se incautaba de aquello y que debíamos marcharnos de allí. Llegó más personal militar y acordonaron la zona.



Nos ordenaron que abandonásemos el área y que no hablásemos a nadie de lo que acabábamos de ver...que era un deber patriótico silenciar lo ocurrido...



El incidente de Roswell habría quedado en el olvido formando parte de la inmensa casuística 'ovni' si no es por la información que a lo largo de los años se ha ido filtrando de diversas fuentes, personas tanto civiles como del ámbito militar que fueron testigos de aquel extraño suceso.



El caso comenzó a tomar de nuevo fuerza a partir de los años 80, así solo en Estados Unidos entre 1980 y 1995 habían visto la luz cinco libros de gran tirada íntegramente dedicados al incidente de Roswell, así como centenares de artículos y monografías escritos para investigadores e interesados en el tema.



Sin embargo los detalles más nimios habían sido durante este tiempo objeto de acalorados debates, pero ninguno de estos había trascendido al gran público.



A mediados de 1995 la situación cambió dramáticamente, una serie de rumores procedentes de Gran Bretaña aseguraban que un productor de televisión inglés (Ray Santilli) había adquirido unos rollos de película militar secretos que contenían la filmación de una autopsia practicada a unos 'extraterrestres'.



Por la fecha en que fue filmada se presumió precipitadamente que las películas correspondían al caso Roswell.



A finales del mes de agosto de aquel año 1995, la situación explotó definitivamente, cuando televisiones de medio mundo emitieron fragmentos de esa autopsia.



A partir de este momento surgirían todo tipo de opiniones, desde los que creían que todo era un burdo montaje creado gracias a unos magníficos efectos especiales, hasta los que veían en las tomas la confirmación definitiva de que los 'extraterrestres' existían.



araP finalizar me gustaría citar las tres conclusiones a las que llegaba Javier Sierra en el prólogo de su libro "Roswell, secreto de estado" (EDAF 1995), las cuales en mi opinión siguen vigentes 12 años después y reflejan el actual panorama.



1.- La llamada «película de los extraterrestres de Roswell», que contiene imágenes de las autopsias a dos criaturas de aspecto vagamente humano no forma parte del caso Roswell en sí.



2.- En Roswell, efectivamente cayó una nave de procedencia no humana, cuya recuperación ha tratado de ser ocultada al mundo durante medio siglo.



3.- La aparición de la «película de Roswell» ha coincidido, además con el momento en que más presión se estaba realizando al gobierno de los Estados Unidos para que liberara los datos relativos a este accidente. Fruto de una calculada maniobra, esta presión ha cedido a la espectacularidad de la presunta «evidencia» fílmica.

1 comentario:

JP dijo...

que interesante .
Algo había escuchado , pero nunca había leido sobre esto.