Estas que me dictó rimas sonoras,
culta sí, aunque bucólica, Talía
- ¡Oh excelso conde! - en las purpúreas horas
que es rosas la alba y rosicler el día,
ahora que de luz tu Niebla doras,
escucha al son de la zampoña mía,
si ya los muros no te ven, de Huelva,
peinar el viento, fatigar la selva.
Templado pula en la maestra mano
el generoso pájaro su pluma,
o tan mudo en la alcándara que en vano
aun desmentir el cascabel presuma;
tascando haga el freno de oro cano
del caballo andaluz la ociosa espuma;
gima el lebrel en el cordón de seda
y al cuerno, al fin, la cítara suceda.
Nada podría estar más lejos de la cultura electro-pop, pero Hidrogenesse, una rareza en un mundo en el que ya nada parece extraño, son capaces de elaborar un tema bailable con las estrofas 24 y 42 del poema de Góngora:
(42)
No a las palomas concedió Cupido
juntar de sus dos picos los rubíes,
cuando al clavel, el joven atrevido,
las dos hojas le chupa, carmesíes.
Cuantas produce Pafo, engendra Gnido,
negras víolas, blancos alhelíes,
llueven sobre el que Amor quiere que sea
tálamo de Acis ya, y de Galatea.
(24)
Salamandria del Sol, vestido estrellas,
latiendo el Can del cielo estaba, cuando
- polvo el cabello, húmidas centellas,
si no ardientes aljófares sudando -
llegó Acis; y de ambas luces bellas
dulce occidente viendo al sueño blando,
su boca dio, y sus ojos cuanto pudo,
al sonoro cristal, al cristal mudo.
La canción se llama Góngora y me viene bien en este momento, con ese aire triste que se respira en la voz...
Get this widget | | | Share | | | Track details |
No hay comentarios:
Publicar un comentario