"ENCERRADO ENTRE TI MISMO, MANIOBRAS DE ESCAPISMO"

Qué poco me gustan las despedidas. La de hoy me ha dolido más que ninguna. He dicho adiós a los que durante un año han sido mis niños y me ha dado mucha pena.


Durante nueve meses he compartido muchos momentos con ellos (sobre todo con mi grupo, niños de 7/8 años): han aguantado mis días malos, hemos compartido alegrías, castigos, enfermedades... de todo.


Reconozco que en las últimas semanas estaba un poco aburrido con el ambiente adulto del cole, y como dice el título de la entrada me han dado ganas de hacer maniobras de escapismo, pero gracias a Dios las hice con los niños, compartiendo sus alegrías y sus penas.


Me resulta increíble lo que se aprende al lado de un niño. Muchas veces les minusvaloramos, pero os aseguro que este año más de un niño de 4 ó 5 niños me ha dado una lección aplicable a otros ámbitos de la vida.

Sin duda los pequeños se han comportado mejor que los mayores, a muchos de los cuales les desería ir a la cárcel como poco, y además el penúltimo día la monté un poco y me metí donde no me llamaban, pero me quedé tan agusto... que tal vez repita experiencia.
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Mañana veré a más niños, no sé si por última vez hasta septiembre (si no me ostio con la bici en agosto, porque este verano tengo varias excursiones pendientes en bici algo complicadas, pero bueno, siempre he dicho que si tengo que morir, no me importaría hacerlo sobre la bicicleta).

RESUMEN Y MORALEJA:

-echo de menos el mar, con su tranquilidad y su soledad.


-echo de menos mi bici.

-a partir de mañana seré más YO todavía.