jueves, julio 10, 2008

DUERME, FELIZ, FELIZ

SIGO ENTRISTECIDO, EXTRAÑO.

QUIZÁS PENSÉIS QUE ES UNA GILIPOLLEZ ESTAR ASÍ POR ALGUIEN CON EL QUE APENAS HAS CRUZADO MEDIA PALABRA, PERO ES QUE NO ES UNA AMISTAD O UN VÍNCULO AFECTIVO LO QUE YA NO ESTÁ, ES QUE SE HA MARCHADO UNA DE ESAS PERSONAS QUE IDOLATRABA POR SU FORMA DE CONTAR EL MUNDO, POR SU MÚSICA QUE TANTO MARCÓ EL DEVENIR DE LOS GRUPOS QUE HOY EN DÍA ME GUSTAN, QUE MARCÓ TAMBIÉN MOMENTOS EN MI VIDA CON CANCIONES QUE ASOCIO A DETERMINADOS ACONTECIMIENTOS...

Y ES QUE SE HA IDO UN TALENTO EXTRAORDINARIO, ALGUIEN CAPAZ DE CREAR MUNDOS, SENSACIONES, EMOCIONES, ALGUIEN QUE ME HIZO SENTIR MÁS QUE VIVO CON SUS CREACIONES.

PENSAR QUE TODO ESO QUE ESTABA POR VENIR SE QUEDÓ PERDIDO ME DEJÁ UN VACÍO IMPOSIBLE DE LLENAR.
A VECES EL SILENCIO Y LA SOLEDAD SON PRISIONES ABERRANTES.

HOY SUS CANCIONES SONARON EN LA NOCHE, SI BIEN ES CIERTO QUE NO FUE UNA ESCUCHA TAN AGRADABLE COMO LA DE OTRAS OCASIONES.


AYER RECORDÉ UNA IMAGEN Y AQUÍ OS LA DEJO HOY. ESTÁ TOMADA EN LA SALA SOL DE MADRID, SI BIEN NO RECUERDO LA FECHA.
COMPARTIMOS ESPACIO TACHENKO, LA COSTA BRAVA, DJ ROJIBLANCO Y ALGUNOS AMIGOS.
A LA DERECHA, SERGIO.


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La de ayer fue una mañana fría. Gélida. Siberiana. Ni mil abrigos aliviaban ese invierno en pleno julio. La muerte de Sergio Algora (Zaragoza, 1969) le robó la luz a Zaragoza. Y a Aragón. Y al mundo. Una pérdida repentina y traidora que se lleva a un talento indomable e infinito; escala ineludible para abordar la música nacional de los últimos 15 años. Referente y padre de un legado aplaudido y acatado por un ejército multitudinario y silencioso.

El corazón le dijo basta. Incapaz de bombear tamaño caudal de emociones y proyectos. Ya le había advertido en el pasado y esta vez fue la terminal. A los 39 años, devorando una espléndida madurez personal y artística, decidió cambiar de estancia, a una más espaciosa y respirable.

El funeral en su memoria tuvo lugar este mediodía a partir de las 14.00, en la capilla uno del cementerio de Torrero que se llenó hasta los topes con lo más granado de la sociedad musical y literaria de Zaragoza así como sus amigos y familiares.

Eva Amaral y Juan Aguirre, los cuatro componentes de "El niño gusano", Fran Fernández, líder de Australian Blonde y co-líder de "La Costa Brava" no quisieron perderse el homenaje en el que aquellos que le conocieron han recordado anécdotas y momentos que vivieron con Sergio.

Para despedir a este músico, nada mejor que la música que puso el cierre al acto con un tema de Ives Montangne que a él le gustaba mucho.


Sergio Algora
Abordar a un ser tan poliédrico como Sergio Algora supone una tarea sobrehumana. Imposible encerrar en una definición su incontinencia creativa y su fecunda producción. Inabarcable su ironía barnizada de humor, puro y duro surrealismo aragonés. Un espejo roto en mil pedazos que aquellos que tuvieron el privilegio de acompañarle tratarán de recomponer. La música y la literatura conformaron el alfa y la omega de su cuaderno vital. En ambas facetas volcó su perfume exclusivo e intransferible.

"Era una persona única en todos los sentidos. Ha sido una referencia en mi vida desde hace 20 años. Me dio a conocer la buena música, me recomendaba libros y fue una inspiración continua". Son palabras de Pedro Vizcaíno, el fundador de Grabaciones en el Mar, el sello zaragozano que albergó los vuelos inexpertos de El Niño Gusano, el grupo que mejor plasma el esplendor compositivo de Algora.

Juntos se introdujeron por la senda de la edad adulta: "Nos conocimos con 17 años y desde entonces no perdimos la vinculación. Recuerdo a Sergio como una chaval repleto de inquietudes, que quería comerse el mundo a su manera. Juntos abrimos una tienda de discos, Plasticland. La aventura duró cuatro años. Yo hacía las portadas de los discos de algunos grupitos que tuvo hasta que llegó El Niño Gusano. Entonces creé Grabaciones y...", explica Vizcaíno.

A partir de ahí, el resto es historia gloriosa del pop independiente. Año 1994, punto de partida de un lustro mágico. Sergio Algora, Sergio Vinadé, Andrés Perruca y Mario Quesada (más tarde se incorporaría Paco Lahiguera). Tres elepés y varios epés les bastaron para erigirse en influencia. La trilogía "Circo luso" (1995), "El efecto lupa" (1996) y "El escarabajo más grande de Europa" (1998) reposa en la cima del pop en castellano y corona aquel movimiento bautizado como 'indie nacional', donde compartieron los titulares más gruesos con Los Planetas y La Buena Vida.

Una bella e inconsciente epopeya que se extinguió abruptamente en 1999, dejando un repertorio ya clásico, bañado por la psicodelia y unas letras surrealistas y poderosas. Juan de Pablos, la voz de "Flor de Pasión", asiente: "Desde el principio fui fan de ENG. Todavía recuerdo la primera promo que me enviaron de Grabaciones, que iba en el paquete con otra de Nothing. Era un vinilo que conservo. Me llamó la atención desde el principio. Eran unos chicos extraordinarios. Marcaron una época. Por Sergio sentía y siento especial simpatía".

Una generosidad en la que insisten cuantas personas son preguntadas. Incluso tras el escenario. "En mi época con Los Sencillos, coincidimos varias veces con ENG. Antes de los conciertos solíamos beber juntos, hablar de música y de chicas y recuerdo especialmente cuando improvisábamos partidos de fútbol con una pelota que llevaban en la furgoneta. Éramos realmente felices. Eso por no hablar del talento de Sergio. Yo quería ser como él", rescata del disco duro Miqui Puig.

Tras ENG y un breve paréntesis, llegaron Muy Poca Gente y La Costa Brava, su última formación. Tres proyectos en los que la calidad fue inversamente proporcional a la acogida. Acumuló prestigio y extrañó el reconocimiento masivo. Un caso similar al de su faceta literaria. Publicó poemarios, relatos e incluso una obra de teatro. También se expresaba en su blog.

Lejos de refugiarse bajo su pátina intelectual, Algora se expandió en la cotidianidad zaragozana. Fabricó sesiones de gourmet como DJ en el Fantasma de los Ojos Azules, derramó consejos musicales durante su periplo en la FNAC y actualmente regentaba el Bar Bacharach, situado en la calle de Espoz y Mina. Tras la barra, con su camiseta picassiana, asido a su sonrisa socarrona, con un gin tónic en vaso ancho.

Ahora (sí que puedes), duerme feliz, feliz.
(HERALDO.ES)

3 comentarios:

Milongas dijo...

Ayer leí la noticia y pensé en decírtelo porque no había visto ninguna alusión a él en tu blog e intuyendo tus gustos musicales creí que ibas a ser un fan de ellos/él, pero lo que no sabía era que lo conocías personalmente.
Lo siento, yo ahora justo estaba descubriendo sus canciones.
Un fuerte abrazo!

JP dijo...

Lo siento mucho .
No lo conocía yo .
Un abrazo

L.V. dijo...

sólo puedo decir que disfrutéis de su música, sus poemas y sus historias.

era un talento único, y el tiempo le pondrá a la altura de los más grandes.