Vida de William ‘Culo Grasa’ Foulke

(Información extraída de: página de Ruben Uría)



Botero sostenía que la gordura era la verdadera belleza. Rubens pintaba Venus con michelines y Luciano Pavarotti siempre ha defendido que su grasa es una de las claves de sus fuentes de inspiración para su extraordinaria voz. Es decir, que ha habido barrigas tan imponentes como famosas. Han existido tripitas cerveceras en la música, en la escultura, en la política, en el cine, en la música y en la pintura…pero, ¿Y en el fútbol? ¿Qué papel han tenido los obesos en el fútbol? No existen muchos precedentes de gordos famosos en el fútbol español, pero la historia guarda un lugar destacado a un portero, una mole de carne, que llegó a ser portero de la selección inglesa y que se llamaba William Henry Foulke. Aquel portero llegó a pesar 165 kilos en canal, y era conocido por los hinchas como ‘el oso’ primero, y como ‘Culo Grasa’ después. Fue todo un personaje.

Nuestro protagonista nació en Blackwell, en Derbyshire, el 12 de abril de 1874, y en sus comienzos jugó en el Alfreton y el Blackwell, aunque su equipo más importante fue el Sheffield United, que lo fichó en 1894. Foulke era enorme como un oso, tenía una fuerza prodigiosa y disparaba auténticos cañonazos con el pie. Lo increíble era que, debajo de aquellas mantecas y de aquellos michelines que se le salían por los pantalones, ‘Culo Grasa’ Foulke tenía muchísima agilidad, y era capaz de estirarse y atrapar balones que iban camino del gol. Medía dos metros de altura, tenía una gran envergadura y solía pesar en torno a los 158 kilos. Un auténtico mastondonte

El gordo Foulke, fatty para los amigos, se convirtió en el ídolo de la hinchas del Sheffield a finales del siglo XIX, y dejó un par de anécdotas históricas para el recuerdo. La primera llegó en 1897, donde Foulke obligó a la suspensión de un partido. ¿El motivo? Pues que Culo Grasa se aburría bajo los palos y, para entrar en calor, decidió colgarse del travesaño. En aquella época, el angelito de Foulke pesaba 168 kilos, así que el larguero se vino abajo y el portero destrozó la portería…después de aquello, el partido se suspendió, y la noticia fue portada en todos los tabloides ingleses de la época…

Otro episodio de ‘Culo Grasa’ Foulke llegó en 1902, durante la final de la Copa inglesa, cuando encajó un gol que consideraba ilegal y, fuera de sus casillas, salió de su portería persiguiendo al árbitro por todo el campo. El colegiado, al ver que se le venía encima un oso de dos metros y 150 kilos, acabó marchándose a los vestuarios, y pasó allí un tiempo escondido. Y es que ‘Culo Grasa’ no era ningún gordito afable, sino un portero con muy malas pulgas.

Entre 1894 y 1905, Foulke, el portero más gordo de la historia, disputó 291 partidos de Liga con el Sheffield United, fue el portero titular del Bradford City, llegó a ganar dos Copas de Inglaterra y fue seleccionado por su país para defender la portería de su selección. Con ‘Culo Grasa’ como portero, Inglaterra machacó a Gales por 4-0, y durante el partido, el oso Foulke se permitió otro lujo: detuvo un penalti. Por cierto, cuenta la leyenda - aunque no hay base científica o dato que lo contraste-, que lo paró sin moverse. Cubría tanta portería que el balón le rebotó en el cuerpo.

Murió de manera prematura, el 1 de mayo de 1916, con apenas 42 años de edad. Las crónicas de la época y las reseñas de la prensa de aquellos años indicaron que la causa de la muerte de ‘Culo Grasa’ Foulke se debió a problemas cardíacos, derivados de su exceso de peso. Sin embargo, en su partida de defunción, se apuntó que el portero más gordo de la historia murió víctima de una cirrosis galopante.

Han existido muchas tallas XXL famosas, pero en salón de la fama del fútbol, en la historia del fútbol inglés, hay un lugar destacado para el portero más gordo que se haya visto jamás. Se llamaba William Foulke, le conocían como ‘Culo Grasa’, y fue un fenómeno de masas a comienzos del siglo XX….