MOMENTO DENUNCIA
El domingo por la tarde pensaba pasar una noche tranquila con mis amigos para celebrar el cumpleaños de uno, pero los planes que teníamos fueron cambiados gracias al trato recibido por un camarero del Museo del Jamón (c/Alcalá 155), cuyo trato despectivo hacia nosotros llegó a ser humillante.
Nos puso de mala gana lo que le pedimos (golpeando el vaso contra la mesa) y no volvió a hacernos caso en ningún momento de la noche, pese a que le intentamos pedir en varias ocasiones alguna consumición más. No sólo no lo hizo, si no que cada vez que pasaba por nuestra zona se dedicó a increparnos en voz baja.
Cuando fuimos a dar una queja al encargado, dicho camarero vino en actitud hostil para coaccionarnos y evitar nuestra queja. Por fortuna el encargado atendió nuestra queja e incluso nos pidió que nos quedáramos, pero no lo hicimos porque no teníamos ninguna intención de crear una situación incómoda.
El “problema” es que ahora yo no puedo volver a ese lugar como hacía en ocasiones con mis amigos, a la vez que un empleado de ese local está manchando la imagen del establecimiento y de sus compañeros. ¿Es una falta de profesionalidad o de educación?
Omito los momentos de tensión, porque he de reconocer que me puse muy nervioso y muy cabreado con el camarero, aunque procuré no perder las formas en ningún momento (aunque solté alguna frase más alta que otras y algún golpe a una mesa, lo reconozco) para que el encargado no dudara de nuestra credibilidad y viera la clase de empleado que tienen en su local.
SR.CHINARRO - NH3 LIGHT
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2 comentarios:
Eso contás es moneda corriente.
Y pasa porque los camareros que ponen en algunos lugares no están preparados para trabajar de cara al público.
El cliente siempre lleva la razón .
Sea como sea. Siempre lleva la razón . Y sino no vuelve.
Y eso es grave porque los negocios viven de sus clientes.
Me pasó en Málaga de pedir una paella y nos sirvieron un arroz con colorante y dos latas de mariscos de esas de supermercado arriba.
Yo soy argentino, pero mi madre española y mi padre era español , asi que sé lo que es una paella.
Reclamamos y vino el dueño , se disculpó y me dijo que como tenían mucha demanda lo hacían para ir más rápido .Le acepté las disculpas , nos sirvieron una paella como la gente y el postre invitación de la casa .
Y si tengo que volver a ese lugar volvería , a pesar de la falta .
Chauu
Lo de la paella es como la jugada típica de los restaurantes contra el extranjero: le ponen cualquier cosa hecha de cualquier manera y se quedan tan tranquilos.
Entiendo que una persona tenga un mal día, pero no lo tiene que pagar con nadie que no sea el causante, entiendo que se cabree si le haces algo, pero que muestre una actitud así es que me enfada, por ese desprecio.
¡Y encima el tipo pensaba que tenía razón!
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