Creo que era, fuera de mi núcleo familiar cercano, el familiar que más he apreciado y admirado en mi vida.
No era un tío, era MI tío, sin duda un familiar al que nos unía un vínculo muy fuerte.
Fechas importantes juntos, domingos de casa y fútbol, comer escuchando experiencias, excursiones camperas con sus miles de anécdotas y viendo los detalles que sólo una persona como él podía ofrecer...
...y ya no hablaremos más.
De forma inesperada, todo tan rápido. Y es algo que me duele tan horriblemente.
Joder, otra putada de esas de la vida.
No volver a hablar, no volver a escuchar las historias que nos han hecho conocer sitios y lugares sin haberlos visto, no apreciar el sonido del campo y de los animales y señalar su posición y decir de que animal se trataba...
Por muchos aspectos de su vida le admiré,
pero sobre todo ha sido su fortaleza y su modo de vida lo que más me ha marcado.
De mi padre aprendí casi todo lo que sé y en parte soy y todavía seré, las manías y las formas,
y de mi tío me queda esa pasión por vivir la naturaleza.
No me perdería en bici por las carreteras si no me gustara sentarme en mitad de un bosque a comer y sentir el silencio y a la vez los mil sonidos del entorno.
GRACIAS POR LO VIVIDO
y
ADIÓS,
que es una de esas cosas que nunca se dicen porque el momento no lo permite.
Me quedo con ese hasta luego,
porque confío en que esto es un hasta luego.
Confío en que un día volveré a veros,
en que de alguna forma podremos encontrarnos,
porque deseo y necesito fuertemente volver a escuchar a mi padre, ver de nuevo a mi abuela,
conocer al resto de abuelos,
y reencontrar a tantos otros que se han ido marchando.
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1 comentario:
Lo siento mucho L.V. En estos momentos uno no sabe que decir, y es que cuando la vida golpea lo hace con toda la furia, sólo espero que sigas caminando ya que todos aquellos que no están te seguirán alentando aunque ya no puedas verlos.
Besos y abrazos con toda mi alma.
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