NADA SE HACE SIN PENSAR, MIRE USTED, QUE EL AZAR NO EXISTE

Así que yo me río del libre albedrío,
que dice la canción.

Anoche comentaban en la radio que en este momento hay sobre el mundo tantos seres humanos como los que han existido a lo largo de la existencia de nuestra especie.
Surgía un debate curioso: si crees en la reencarnación... ¿cómo sostener esa teoría?
Ya no podemos satisfacer ese mercado y sí el de los productos de mala calidad. Se nota quién compra en el super del barrio y a quién le traen los manjares más exquisitos.

Y mientras la vita sigue, sales a la calle y te sientes como una hormiga más de la civilización de hormigas que tenemos, pero te das cuenta de que no eres una hormiga cuando ni puedes levantar ni la tercera parte de tu peso y nadie te lleva la comida a casa.
Bueno, en algunos supermercados sí.

En los super es divertido meter en los carros de los demás cosas que no han comprado (bueno, en general todas las cosas hasta que nos las pagas están sin comprar, pero nos entendemos, ¿verdad?), ponerte detrás de ellos en la caja y ver la cara que ponen ante el producto que NO debería estar en su carro. Tengo comprobado que las mujeres suelen dejarlo, mientras que la mayoría de los hombres sólo saben poner cara de extrañeza y lo acaban pagando y llevando a casa sin decir nada. Somos así.
Por algo será, MIRE USTED, QUE EL AZAR NO EXISTE.