viernes, mayo 04, 2012

SÍNTESIS

Releyendo las últimas entradas se podría trazar una línea común.

Ahora, mientras la mayor parte de la ciudad duerme, los que sueñan despiertos se ponen a escribir.
Imaginan una montaña y piensan en ese escalador que arriesga su vida para llegar a lo más alto.

El cuerpo y la mente al límite no impiden sentir una felicidad que brota desde dentro. Una felicidad compartida con toda la expedición, porque todos los miembros son importantes.

Todos los obstáculos superados se han transformado en historias que contar.
Pero todos han quedado atrás, lejos, olvidados y sepultados tras las nieves y los soles de los días siguientes.

Ahora se acerca la cima y en la cabeza la idea de hacer cumbre, ese momento soñado, se eleva tan alta como la montaña.
Miradas entre los compañeros, un gesto de complicidad que rompe el hielo.
Parada técnica: charlas y consejos para llegar en las mejores condiciones y evitar sobresaltos.

Es el momento. Uno, dos...

No hay comentarios: