Instantes que no se planean

Iba a estar en otro sitio y acabé en Tielmes.
Podría poner alguna foto, pero no recogería nada de todo lo que he sentido en unas horas.

Cabreo y heridas hasta que arreglé la bici y a partir de ahí carretera y mil sensaciones bajo un cielo oscuro, entre las flores que se escapaban como nieve de los árboles, bajando las gafas para ver los colores del campo,
kilómetros pasando en la soledad del campo con un hilo musical natural, liebres que cruzaban a velocidad vertiginosa, planeando rutas largas para el verano, culebrillas reptando con el repelús que me dan,

gotas de agua que todavía no mojaban, levantado en la bici al subir la cuesta, vuelta hacia casa, ruido de frenos,asfalto mojado, lluvia que calaba hasta los huesos, lengua fuera para sentir el agua, cambio de desarrollo, incremento del ritmo, ojos atentos y bien abiertos, sonrisa inmensa, momento indescriptible de felicidad,

más lluvia, las casas del pueblo apareciendo a lo lejos, pensamiento rápido al pasar por la ermita y cambio de rumbo dirección al cementerio para visitar a los míos, desilusión al no poder entrar, unos segundos de silencio en la puerta, vuelta a los pedales, últimos metros, cuerpo y ropa empapados mientras una frase ocupa mi mente: la felicidad está tan cerca en este momento...