Recuerdo algunas canciones con ese aire melancólico,
pero las de LA HABITACIÓN ROJA
me recuerdan a momentos puntuales que de vez en cuando van y vienen.
Ese fluir de recuerdos es la vida,
la savia que nos recorre como a los árboles la suya,
la que nos hace sonreír a solas y llorar entre cuatro paredes.
Joder, ¿por qué no me pareceré más a lo que anhelo?
Tengo mis momentos, mis ideas, mis objetivos,
y mi lógica psicópata suele ser dificilmente quebrantable,
pero a veces hasta el loco rompe sus filtros internos
para rebelarse contra-natura-establecida.
- "Por algo será", me digo.
Para lo bueno y lo malo soy demasiado intenso.
- "Y me gusta", me vuelvo a decir.
- "Ya, pero...", finiquito.
La vida y sus peros, y sus peras...
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