lunes, junio 09, 2008

Lucky Luciano

Charles "Lucky" Luciano (nacido como Salvatore Lucania) fue un famoso mafioso italo-estadounidense. Se le considera el padre del crimen organizado tal como se conoce hoy en día. Fue el cerebro del gran auge del tráfico de heroína en la postguerra mundial. Oficialmente está considerado como el primer Don de la modena familia Genovese.



Nació en Lercara Friddi, una ciudad siciliana principalmente conocida por sus minas de azúfre. Su verdadero nombre era Salvatore Lucania. Nació en Sicilia el 24 de Noviembre de 1897. Su familia emigró a los Estados Unidos en 1907.
A su llegada a la Isla de Ellis, punto de recepción de los emigrantes, las autoridades sanitarias le diagnosticaron viruela, enfermedad que le dejaría marcado el rostro de por vida.
Tras pasar la preceptiva cuarentena, Luciano empezó a vivir con su familia en un barrio judío de Nueva York, y se dice que allí conoció a los que más tarde serían sus socios: Meyer Lansky y Bugsy Siegel.

En 1911 ya fue detenido por primera vez por hurto pasando sus primeros meses en un correccional. En 1915 ya tenía su propia banda en East Harlem.
A los 18 años fue sentenciado a 6 meses por vender heroína y morfina. A la salida del reformatorio comenzo su carrera criminal en la banda “Five points gang” con Frank Costello.



Hacia 1920 Luciano ya conocía a muchos de los peces gordos de la Mafia, incluyendo a Vito Genovese y a Frank Costello, y se dedicaba con ahínco al negocio del alcohol en la época de la Prohibición en las áreas de Nueva York y Philadelphia. Eran tales sus conexiones que importaba directamente whisky de Escocia, ron del Caribe y whisky del Canadá. También controlaba el negocio del juego.

Gracias a esta banda conoció a Al Capone.
Al Capone

Comenzó su propio negocio basado en la prostitución con Joe Adonis como socio a principios de 1920, y en 1925 ya controlaba la mayoría de la prostitución de Manhattan.
En 1927 ya era considerado un hombre millonario.

Pronto Luciano se unió a la banda de Joe “el jefe” Masseria, que era por entonces el Don más poderoso de Nueva York.
Masseria
Sin embargo, esta asociación duró muy poco ya que ambos tenían puntos de vista divergentes a la hora de manejar los negocios. Masseria era un “Pete Mostacho” (Mustache Pete, en el original) que deseaba preservar los viejos ideales de la Mafia siciliana tales como el “honor”, la “tradición”, el “respeto”, y la “dignidad”. En cambio, Luciano era un “joven turco” que pertenecía al grupo de los nuevos mafiosos que querían un cambio radical en el orden establecido. El grupo de Pete Mostachos no quería trabajar con nadie que no fuese siciliano o, al menos, italiano. Luciano y los “jóvenes turcos” pensaban, en cambio, que lo importante era ganar dinero sin que importasen los orígenes de los socios. Le parecía sorprendente, por ejemplo, que se refiriesen al Don Frank Costello como el “sucio calabrés”.

Un día de 1929 Luciano fue obligado a entrar en un coche a punta de pistola por tres hombres. Fue golpeado, marcado en la cara con una navaja y, finalmente, abandonado en una playa de la bahía de Nueva York. Su socio Lansky averiguó que el secuestro y tortura había sido ordenado por Salvatore Maranzano, enemigo de Masseria. Debido a este incidente, Luciano resolvió que estaba en el bando equivocado decidiendo deshacerse finalmente de Masseria y tomar el control de la banda. Este hecho pondría, al fin y a la postre, el punto y final a la famosa guerra de Castallammarese. Esta guerra transcurrió de 1928 a 1931 entre familias rivales y finalizó cuando Masseria fue asesinado en un restaurante de Coney Island.
Los asesinos era hombres de Luciano: Bugsy Siegel, Vito Genovese y Joe Adonis. Tras este hecho, Luciano tomó el control de la banda e hizo las paces con Maranzano quien le nombró su mano derecha.

Maranzano

Maranzano convocó a una reunión a las cinco las familias de Nueva York, en el Grand Concources del Bronx, garantizando la paz. Durante la reunión se autoproclamó "jefe de jefes" o "capo di tutti i capi", lo que significaba que cada Don habría de compartir los beneficios con él.
Como Maranzano sabía que la única forma de mantener su poder era eliminando a aquellos que pudieran arrebatárselo, Luciano se convirtió de facto en su primer objetivo. Este se enteró de los planes de su jefe por medio de Lansky y decidió adelantarse a los hechos.
A tal fin organizó un grupo de sicarios que, disfrazados de policías, ejecutasen a su jefe. Este grupo entró en la oficina de Maranzano quién creyó que estaba siendo arrestado: según el atestado policial dejaron su cuerpo, literalmente cosido a balazos. En su huida, el grupo se encontró con Mad "Dog" Cull, el asesino que tenía la orden de matar a Luciano, que sufrió la misma suerte.

Luciano se había salido con la suya y estaba en la cumbre del poder: tenía participación en numerosos negocios por todo el territorio de los Estados Unidos. Pronto organizó la Comisión, de la que eran miembros los más importantes jefes de la Mafia norteamericana, siendo él mismo el líder sin discusión de la misma.
A la Comisión acudían los Don y miembros relevantes de las “cinco familias” de Nueva York, el grupo de Chicago, “la oficina” de Nueva Jersey, y de las familias criminales de Kansas, Los Angeles y Detroit.
Al mismo tiempo, reorganizó su propia familia nombrando a Vito Genovese como su segundo y a Frank Costello consiglieri. Caporegimes suyos eran Michael Coppola, Anthony Strollo, Joe Adonis y Anthony Carfano, mientras que Lansky y Siegel cumplían la función de consejeros especiales.

El reinado de Luciano fue relativamente breve ya que, muy pronto, sufriría el acoso del Fiscal Especial Thomas E. Dewey. En 1936 Dewey consiguió una acusación formal contra Luciano por proxenetismo. Luciano se fugó a Hot Springs, Arkansas pero finalmente fue encarcelado en el Clinton Correccional de Dannemora . Aún desde la prisión, Luciano continuó al mando de los negocios de la familia a través de su segundo Vito Genovese quien, en 1937, tuvo que huir a Nápoles para evitar que fuera encausado por asesinato, ocupando Costello su lugar.

Tras esos momentos de gloria fue encarcelado y le fue propuesto un trato por el gobierno de los EEUU: A cambio de su ayuda a la invasion aliada en Sicilia, le ofrecieron la deportación a Roma. Ya en Roma se entero de que la marcha de sus negocios estaba de capa caida, lo que le hizo reunirse urgentemente con Siegel, y tras tener fuertes discusiones Siegel murió asesinado unos meses más tarde por orden de Lucky Luciano. Tiempo después Luciano fue visto en La Habana y la policía le cerro en un retiro en Italia.

Alli en Italia pensó escribir sus memorias e incluso que se hiciera una pelicula sobre su vida. En el momento de llegar al aeropuerto y reunirse con un productor de cine Luciano, justo antes de darle la mano al productor, se hecho la mano al pecho y falleció de un infarto.

Termina así la historia de un hombre ambicioso, un “jefe de jefes” que, pese a tener enfrente a enemigos de gran poder, supo adelantarse y llegar a la cima de Cosa Nostra.

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