ERES COMO LA AMAPOLA
ENTRE OJALES EN FLOR
POR TUS FACCIONES Y FORMAS
DESTACAS MÁS QUE ÉL
TU CABEZA ES COMO MI CIELO
TODO TU CUERPO ES MI VERGEL
TUS OJOS SON COMO LUNAS
QUE NIEGAN AMANECER
CON LAS REDES DE TUS LABIOS
TU COLMAS TODA MI RED
CON LO SUAVE DE TU BOCA
CUANDO ME ABRAZAS CANTAN
Y EN MI CUERPO SE PRODUCE
LA ACTIVIDAD PROPIA DEL AMOR
TUS PECHOS SON COMO DUNAS
QUE CAMINAN EN VAIVÉN
TUS PIERNAS COMO SUAVES COLCHAS
DE LOS DIOSES DEL OLIMPO
DEL AMOR, DEL PLACER
COMO PLAYAS DEL CARIBE
CUANDO ME POSTRO A TUS PIES
Este texto pertenece (salvo algunas licencias que me he tomado para cambiar un par de cosas porque no entendía bien la letra)a uno de los cientos de folios que habrá rellenado en su vida Enrique, un hombre que suele ponerse en la madrileña calle de la Gran Vía a la altura de LA CASA DEL LIBRO, sentado en la acera, cambiando sus textos por la voluntad.
Siempre había querido llevarme uno a casa, pero me cortaba. Desventajas de ser tímido. Pero hoy me atreví y aquí lo tienen.
Y para ilustrar dejo una foto de un blog que recomiendo visitar por las fotos que contiene (www.aantona.blogspot.com).
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2 comentarios:
Mil gracias, por el honor totalmente inmerecido
bss
Pues os ha quedado genial... El texto es muy bonito, asi que felicitaciones pera Enrique y para tí.
Croe que a Enrique le he visto en más de una ocasión, pero no sabía su nombre, y siempre he pasado con mucha prisa. Gracias por contar esa historia, ahora cuando vaya por allí procuraré ir con más tranquilidad y fijarme bien en Enrique...
Que tengas un esplendido viernes, un saludo!
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