Hace asi un mes, volviendo en el coche de Soria sonó en la radio un REQUIEM soberbio.
No me quedé con el nombre del autor y me puse a indagar y buscar información sobre REQUIEMS.
Aparte de los más famosos y clásicos he ido escuchando algunos más recientes y desconocidos.
Uno de ellos ha sido el "Requiem for my friend" de Zbigniew Preisner.
Zbigniew Preisner es un compositor polaco muy reconocido principalmente por sus múltiples colaboraciones en las bandas sonoras de las películas del director, también polaco, Krzysztof Kieślowski, y ultimamente por su trabajo con David Gilmour en el disco "On an Island".
Os dejo una parte de ese REQUIEM.
miércoles, febrero 04, 2009
martes, febrero 03, 2009
IMPULSIVIDAD: DESDE EL CORAZÓN HASTA EL EXTERIOR
¿Quién no ha cometido actos inexplicables?
¿Quién no ha deseado haber tenido la boca cerrada?
¿Quién no lamenta lo ocurrido tras un momento de descontrol?
Clásicamente, se asocian con la IMPULSIVIDAD tres conceptos básicos que se entrelazan en la comprensión del comportamiento impulsivo: el actuar sin pensar, la velocidad incrementada en la respuesta y la impaciencia.
Al estudiar tal unión conceptual, vemos que surgen otros indicadores estrechamente relacionados: un bajo control de sus impulsos y poca tolerancia a la frustración.
En los últimos años se han asociado nuevos términos a la IMPULSIVIDAD: violencia, adicción y drogadicción.
Podríamos seguir relacionando más cosas a este fenómeno. Por ejemplo, las personas que intentan suicidarse tienen alto puntaje en las mediciones de impulsividad, al igual que las adolescentes con problemas alimentarios.
La agresión, el juego compulsivo, los severos desórdenes de personalidad y el déficit de atención se asocian con altos niveles de impulsividad, un problema que afecta a alrededor del 9% de los estadounidenses.
La IMPULSIVIDAD, en ciertos márgenes es necesaria, pero sobrepasados unos límites se vuelve en contra del individuo, incapaz de controlar adecuamente sus actos.
Los investigadores han empezado a resolver esta contradictoria naturaleza de la impulsividad, identificando los elementos que diferencian una experimentación benigna de los actos autodestructivos. Los últimos trabajos en investigación cerebral y psicología ayudan a explicar cómo se desarrollan las tendencias impulsivas y en qué casos pueden llevar por mal camino a las personas.
Una potente combinación de genes y experiencias tempranas emocionalmente desorientadoras colocan a los individuos en situación de alto riesgo, al igual que ciertos instintos personales muy bien conocidos.
"Lo que estamos viendo -dijo Charles Carver, psicólogo de la Universidad de Coral Gables, Florida-son pruebas que indican que cuando las áreas prefrontales corticales del cerebro, donde se asienta su sistema de supervisión, no funcionan bien, eso interfiere con la conducta reflexiva y las consecuencias suelen ser desagradables".
La gente que puede jugar, parrandear o probar drogas duras y salir bien librada tiene una capacidad innata para el riesgo, según sugieren todos los estudios realizados al respecto. Están preparados para los peligros o simplemente corren riesgos controlando su conducta de manera semiconsciente; sorbiendo lentamente su cóctel, inhalando con precaución o manteniendo un pie en el borde del abismo por si deben retirarse.
Contrariamente, los individuos dominados por sus impulsos suelen confiar en sus primeras impresiones de manera implícita y absoluta.
Los expertos afirman que esta diferencia en la capacidad de autorregulación se basa, en parte, en la variación genética. En un estudio publicado en marzo, investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental tomaron muestras de sangre de 142 voluntarios sanos y analizaron un gen llamado MAOA, que induce la producción de una enzima que reduce la actividad de una sustancia química cerebral llamada serotonina, que ejerce gran influencia sobre el estado anímico.
Los investigadores realizaron tomografías del cerebro de los participantes para medir el control de sus impulsos y hallaron que los hombres que tenían una variante común de MAOA, conocida como "de alto riesgo", manifestaban una activación significativamente menor que sus pares que tenían la versión "de bajo riesgo" del gen, en la parte del área prefrontal del cerebro donde se origina la conducta reflexiva.
Los participantes con el gen de alto riesgo también tenían déficit en áreas del cerebro destinadas a moderar la emoción, respaldando de este modeo los hallazgos de estudios anteriores que revelaron diferencias semejantes relacionadas con los genes.
"Por un lado, estos déficit de regulación emocional predisponen a las personas a intensas reacciones emocionales en la infancia y las hacen más vulnerables a los traumas -dijo el doctor Andreas Meyer-Lindenberg, director del estudio-. Por otra parte, el déficit de la función cognitiva inhibitoria crea cierta propensión a actuar a partir de esas emociones en períodos posteriores de la vida."
Y la vida nunca deja de poner a prueba esa capacidad de supervisión mental. Según Carver, soportar mucho tiempo estrés, a cualquier edad, puede sobrecargar la región prefrontal, dejando menos recursos disponibles para controlar las emociones.
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Casi ningún experto discute que la impulsividad es beneficiosa en algunas situaciones y que tal vez haya desempeñado un papel positivo en términos evolutivos. Cuando la vida es breve y peligrosa, y los recursos son escasos, la respuesta rápida obtiene su premio. En estudios realizados con babuinos y monos se observó que los animales que son impulsivos en la adolescencia suelen convertirse en adultos dominantes cuando moderan sus impulsos belicosos.
En los humanos, la conducta impulsiva tiene su punto más alto en la adolescencia, cuando las áreas prefrontales del cerebro aún están en desarrollo, o poco más tarde, en los primeros años de la edad adulta, cuando se espera culturalmente que las personas prueben sus límites.
Sin embargo, nuevas investigaciones han sugerido que el gusto por el peligro o el conflicto no basta para producir un grado de impulsividad persistente y ruinosa.
En un estudio publicado en The Journal of Psychiatric Research, un equipo de investigadores evaluaron a 351 adultos sanos y a otros 70 con desórdenes relacionados con la impulsividad. Los participantes fueron sometidos a una batería de tests destinados a medir la inhibición, el deseo de riesgo y la tendencia a planificar. Los investigadores descubrieron que el apetito de riesgo se asociaba con los fumadores de ambos grupos y que los hábitos menos reflexivos se relacionaban con individuos que bebían considerablemente.
En los individuos con desórdenes de personalidad, el déficit en la planificación se asociaba también con intentos reiterados de suicidio. La combinación de búsqueda de sensaciones y falta de reflexión caracteriza a millones de personas, pero parece ser extrema en aquellas cuya impulsividad desemboca en problemas crónicos o enfermedades mentales.
(info extraída de y de
y utilizada en gran medida para la realización de un trabajo sobre la IMPULSIVIDAD EN PERÍODOS CRÍTICOS: RIESGOS EN LA ADOLESCENCIA Y EN PERÍODOS POST-TRAUMÁTICOS)
¿Quién no ha deseado haber tenido la boca cerrada?
¿Quién no lamenta lo ocurrido tras un momento de descontrol?
Clásicamente, se asocian con la IMPULSIVIDAD tres conceptos básicos que se entrelazan en la comprensión del comportamiento impulsivo: el actuar sin pensar, la velocidad incrementada en la respuesta y la impaciencia.
Al estudiar tal unión conceptual, vemos que surgen otros indicadores estrechamente relacionados: un bajo control de sus impulsos y poca tolerancia a la frustración.
En los últimos años se han asociado nuevos términos a la IMPULSIVIDAD: violencia, adicción y drogadicción.
Podríamos seguir relacionando más cosas a este fenómeno. Por ejemplo, las personas que intentan suicidarse tienen alto puntaje en las mediciones de impulsividad, al igual que las adolescentes con problemas alimentarios.
La agresión, el juego compulsivo, los severos desórdenes de personalidad y el déficit de atención se asocian con altos niveles de impulsividad, un problema que afecta a alrededor del 9% de los estadounidenses.
La IMPULSIVIDAD, en ciertos márgenes es necesaria, pero sobrepasados unos límites se vuelve en contra del individuo, incapaz de controlar adecuamente sus actos.
Los investigadores han empezado a resolver esta contradictoria naturaleza de la impulsividad, identificando los elementos que diferencian una experimentación benigna de los actos autodestructivos. Los últimos trabajos en investigación cerebral y psicología ayudan a explicar cómo se desarrollan las tendencias impulsivas y en qué casos pueden llevar por mal camino a las personas.
Una potente combinación de genes y experiencias tempranas emocionalmente desorientadoras colocan a los individuos en situación de alto riesgo, al igual que ciertos instintos personales muy bien conocidos.
"Lo que estamos viendo -dijo Charles Carver, psicólogo de la Universidad de Coral Gables, Florida-son pruebas que indican que cuando las áreas prefrontales corticales del cerebro, donde se asienta su sistema de supervisión, no funcionan bien, eso interfiere con la conducta reflexiva y las consecuencias suelen ser desagradables".
La gente que puede jugar, parrandear o probar drogas duras y salir bien librada tiene una capacidad innata para el riesgo, según sugieren todos los estudios realizados al respecto. Están preparados para los peligros o simplemente corren riesgos controlando su conducta de manera semiconsciente; sorbiendo lentamente su cóctel, inhalando con precaución o manteniendo un pie en el borde del abismo por si deben retirarse.
Contrariamente, los individuos dominados por sus impulsos suelen confiar en sus primeras impresiones de manera implícita y absoluta.
Los expertos afirman que esta diferencia en la capacidad de autorregulación se basa, en parte, en la variación genética. En un estudio publicado en marzo, investigadores del Instituto Nacional de Salud Mental tomaron muestras de sangre de 142 voluntarios sanos y analizaron un gen llamado MAOA, que induce la producción de una enzima que reduce la actividad de una sustancia química cerebral llamada serotonina, que ejerce gran influencia sobre el estado anímico.
Los investigadores realizaron tomografías del cerebro de los participantes para medir el control de sus impulsos y hallaron que los hombres que tenían una variante común de MAOA, conocida como "de alto riesgo", manifestaban una activación significativamente menor que sus pares que tenían la versión "de bajo riesgo" del gen, en la parte del área prefrontal del cerebro donde se origina la conducta reflexiva.
Los participantes con el gen de alto riesgo también tenían déficit en áreas del cerebro destinadas a moderar la emoción, respaldando de este modeo los hallazgos de estudios anteriores que revelaron diferencias semejantes relacionadas con los genes.
"Por un lado, estos déficit de regulación emocional predisponen a las personas a intensas reacciones emocionales en la infancia y las hacen más vulnerables a los traumas -dijo el doctor Andreas Meyer-Lindenberg, director del estudio-. Por otra parte, el déficit de la función cognitiva inhibitoria crea cierta propensión a actuar a partir de esas emociones en períodos posteriores de la vida."
Y la vida nunca deja de poner a prueba esa capacidad de supervisión mental. Según Carver, soportar mucho tiempo estrés, a cualquier edad, puede sobrecargar la región prefrontal, dejando menos recursos disponibles para controlar las emociones.
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Casi ningún experto discute que la impulsividad es beneficiosa en algunas situaciones y que tal vez haya desempeñado un papel positivo en términos evolutivos. Cuando la vida es breve y peligrosa, y los recursos son escasos, la respuesta rápida obtiene su premio. En estudios realizados con babuinos y monos se observó que los animales que son impulsivos en la adolescencia suelen convertirse en adultos dominantes cuando moderan sus impulsos belicosos.
En los humanos, la conducta impulsiva tiene su punto más alto en la adolescencia, cuando las áreas prefrontales del cerebro aún están en desarrollo, o poco más tarde, en los primeros años de la edad adulta, cuando se espera culturalmente que las personas prueben sus límites.
Sin embargo, nuevas investigaciones han sugerido que el gusto por el peligro o el conflicto no basta para producir un grado de impulsividad persistente y ruinosa.
En un estudio publicado en The Journal of Psychiatric Research, un equipo de investigadores evaluaron a 351 adultos sanos y a otros 70 con desórdenes relacionados con la impulsividad. Los participantes fueron sometidos a una batería de tests destinados a medir la inhibición, el deseo de riesgo y la tendencia a planificar. Los investigadores descubrieron que el apetito de riesgo se asociaba con los fumadores de ambos grupos y que los hábitos menos reflexivos se relacionaban con individuos que bebían considerablemente.
En los individuos con desórdenes de personalidad, el déficit en la planificación se asociaba también con intentos reiterados de suicidio. La combinación de búsqueda de sensaciones y falta de reflexión caracteriza a millones de personas, pero parece ser extrema en aquellas cuya impulsividad desemboca en problemas crónicos o enfermedades mentales.
(info extraída de y de
y utilizada en gran medida para la realización de un trabajo sobre la IMPULSIVIDAD EN PERÍODOS CRÍTICOS: RIESGOS EN LA ADOLESCENCIA Y EN PERÍODOS POST-TRAUMÁTICOS)
lunes, febrero 02, 2009
ABEL RESINO
En mis primeros recuerdos de partidos de fútbol Abel defendía la portería del Atlético.
Aquella final de la Copa del Rey en el Bernabéu contra el Madrid...
...inolvidable.

Empezó jugando en las categorías inferiores del Club Deportivo Toledo hasta 1979, año en le que pasó a formar parte de la primera plantilla.
En la temporada siguiente ingresó en las filas del Ciempozuelos.
Fichó por el Atlético de Madrid en 1982 para jugar en las categorías inferiores, hasta que en la temporada 86-87 le llegó la oportunidad de jugar con el primer equipo.
Debutó en la primera división de la liga española de fútbol el 12 de abril de 1987 en el partido Real Murcia 1 - 2 Atlético.
En su primera temporada no dispuso de muchas oportunidades, pero en la siguiente consiguió la titularidad.
En la temporada 90-91 Abel realizó una muy buena temporada y ganó una Copa del Rey y un subcampeonato de Liga.
Esa temporada consiguió el récord del portero que más tiempo ha estado sin encajar un gol, concretamente 1.275 minutos. Su récord comenzó el 25 de noviembre de 1990 en el partido Mallorca 1 - 0 Atlético, cuando el jugador del Mallorca Claudio le marcó un gol en el minuto 31.
Desde entonces Abel mantuvo su portería imbatida durante 14 jornadas de liga. Por fin, el 17 de marzo de 1991, en la vigesimosexta jornada de liga, le marcaron un gol. Fue en el partido Atlético 3 - 1 Sporting cuando en el minuto 45 Luis Enrique consiguió batirle.
Abel es el portero de la liga española de fútbol que más minutos ha permanecido imbatido y es el quinto portero del mundo de todas las ligas de primera división con más minutos sin encajar un gol.
Esa misma temporada ganó el Trofeo Zamora al encajar 17 goles en 33 partidos de liga. Abel consiguió un promedio de 0,51 goles por partido, el segundo mejor promedio de la historia de la liga.
En la temporada siguiente volvió a proclamarse campeón de la Copa del Rey
La verdad es que su marcha del club no fue la mejor que podían darle y se fue de forma silenciosa, algo maltratado en sus últimos partidos.
Guardo un recuerdo muy bueno de él y tengo miedo de que en estos meses su imagen en el Atleti se devalúe.
Ojalá me equivoque y saque al equipo de ese desastroso rumbo que inició en 2009.
(Datos informativos extraídos de www.wikipedia.org)
Aquella final de la Copa del Rey en el Bernabéu contra el Madrid...
...inolvidable.

Empezó jugando en las categorías inferiores del Club Deportivo Toledo hasta 1979, año en le que pasó a formar parte de la primera plantilla.
En la temporada siguiente ingresó en las filas del Ciempozuelos.
Fichó por el Atlético de Madrid en 1982 para jugar en las categorías inferiores, hasta que en la temporada 86-87 le llegó la oportunidad de jugar con el primer equipo.
Debutó en la primera división de la liga española de fútbol el 12 de abril de 1987 en el partido Real Murcia 1 - 2 Atlético.
En su primera temporada no dispuso de muchas oportunidades, pero en la siguiente consiguió la titularidad.
En la temporada 90-91 Abel realizó una muy buena temporada y ganó una Copa del Rey y un subcampeonato de Liga.
Esa temporada consiguió el récord del portero que más tiempo ha estado sin encajar un gol, concretamente 1.275 minutos. Su récord comenzó el 25 de noviembre de 1990 en el partido Mallorca 1 - 0 Atlético, cuando el jugador del Mallorca Claudio le marcó un gol en el minuto 31.
Desde entonces Abel mantuvo su portería imbatida durante 14 jornadas de liga. Por fin, el 17 de marzo de 1991, en la vigesimosexta jornada de liga, le marcaron un gol. Fue en el partido Atlético 3 - 1 Sporting cuando en el minuto 45 Luis Enrique consiguió batirle.
Abel es el portero de la liga española de fútbol que más minutos ha permanecido imbatido y es el quinto portero del mundo de todas las ligas de primera división con más minutos sin encajar un gol.
Esa misma temporada ganó el Trofeo Zamora al encajar 17 goles en 33 partidos de liga. Abel consiguió un promedio de 0,51 goles por partido, el segundo mejor promedio de la historia de la liga.
En la temporada siguiente volvió a proclamarse campeón de la Copa del Rey
La verdad es que su marcha del club no fue la mejor que podían darle y se fue de forma silenciosa, algo maltratado en sus últimos partidos.
Guardo un recuerdo muy bueno de él y tengo miedo de que en estos meses su imagen en el Atleti se devalúe.
Ojalá me equivoque y saque al equipo de ese desastroso rumbo que inició en 2009.
(Datos informativos extraídos de www.wikipedia.org)
domingo, febrero 01, 2009
FELICITACIONES Y BRONCAS
Hay que felicitar sin duda a todos los deportistas españoles que día tras día nos hacen vibrar y en la parte de broncas mención especial a los especialistas de Google que nos dejan sin youtube y nos vuelven locos poniendo que todas las páginas son dañinas.
Ah, y a los peores dependientes del mundo están en la tienda SPRINGFIELD de Concha Espina, que me empiezan a decir que si estoy quitando las alarmas de los productos. ¿?¿?
Primera vez que paso a ese sitio y me sueltan eso. Simplemente por ir con mochila. Qué rebote me cogi por culpa de esos *******
******* Por la boca muere el pez...
a veces no sé tener la boca (y loa mano) quieta.
Ah, y a los peores dependientes del mundo están en la tienda SPRINGFIELD de Concha Espina, que me empiezan a decir que si estoy quitando las alarmas de los productos. ¿?¿?
Primera vez que paso a ese sitio y me sueltan eso. Simplemente por ir con mochila. Qué rebote me cogi por culpa de esos *******
******* Por la boca muere el pez...
a veces no sé tener la boca (y loa mano) quieta.
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