jueves, enero 17, 2013

RITOS

Cuando pierdes la fe en algo sabes que con el tiempo igual la recuperas, pero nuevas creencias poblarán a los nuevos y viejos fieles

Dudas, dudas y más fábricas de dudas.
Una ya tiene bastante con sus ideas como para tener que enfrentarse a las de otras personas. Podemos intentarlo pero cuando te cuestionas el sentido no sabes ya si merece o no la pena.

Me voy a quedar al final con esa frase, voy a negar lo que desearía y si tuviera cojones partiría a un viaje infinito.
Porque lo contrario es ver que te pierdes, pues al menos hacerlo con el sentido propio y no figurado de ese verbo.

Me quemo y me da rabia ver que puedo la ilusión. Me duele y tengo ganas de hacerme más daño. Quiero otra cosa pero no sé qué hacer, no actúo siendo yo y esa contradicción me lleva a un momento de no sentirme nada bien, confusión, tristeza y desilusión.

Y lo que es peor, me da miedo pensar que en estas situaciones no sé manejarme, no sé cómo actuar y si tomo decisiones están nubladas.

Sin embargo hoy sentí algo y ahora me vibra y me dice suave pero intensamente que "si sabes y conoces por experiencia lo que ocurre, toma el camino que no genere más problemas y dolor. No vayas si no te ves preparado para hacerlo mejor, espera. Sólo así puedes tener una segunda fe y harás creíbles tus creencias."

Y así será. Por mí y por todos mis compañeros, pero si no hay guiños por primera vez me rendiré y perderé la fe, incluida la recíproca que sale de mí y vuelve.
Pensar eso me lleva a una palabra: FIN.
Y tras eso, nada, eternidad.


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