Último repaso a la habitación, enfilas hacia la puerta y los primeros pasos se deslizan por las calles de la población, ya sea grande o pequeña. 
Luz en el cielo, factores atmosféricos en modo azar y una ruta a conquistar. 
"La casualidad no existe" piensas mientras te dejas llevar por tu ritmo y disfrutas los paisajes. 
Y esos pasos que se dan son la continuación de otros anteriores, son los que te llevan a los destinos, los que crean y construyen los caminos, los que no marchan solos, los que, en definitiva, quieren seguir andando. 
Salgamos a pasear pues. 
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