Un verano más.
Y parece que ayer fue el pasado y antes de ayer el anterior.
Tiempo entre las manos y en el ambiente.
A falta de eso podrías estar tú entre mis manos y este ambiente.
Déjame al menos una estela que se pueda ver flotar alrededor
¿Otro verano? No.
Cada uno tiene sus días, sus historias, sus recuerdos.
¿El cielo estaba transparente?
Como el velo de censura que se impone cuando no se cuenta todo.
Hemos hablado de distancia, de días, de bajones y llega este día y se piensa en que tras una caída hay un "hoy empieza todo".
Estos días son así, como las Nocheviejas pero sin el malestar mental que me producen esas fechas.
Estos días hubo bici, hubo familia, hubo mar, hubo madrugones sin haber dormido y en la soledad de la carretera volví a disfrutar y pensar.
Pensar que la vida no es tan complicada, si no que somos nosotros y nuestros modelos del inconsciente consciente colectivo y asumido los que dibujamos laberintos que llenamos de nuestros miedos y fobias, junto a las de los demás, para no ser menos.
Estrellas hay en el cielo y no se discuten.
Hombres y Mujeres pueblan la Tierra y nos hacen dudar y tambalear.
Me fui jurando que no volvería a discutir por cosas que no lo merecen.
Si a eso le sumara un mayor autocontrol ganaría la autoridad moral que me falta para ser un buen tipo.
Mientras tanto, no me habléis de estaciones,
que cuatro son las veces que tendré que mirarte para creer.
miércoles, agosto 25, 2010
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