"ME LLAMO LUIS, COMO MI PAPÁ"

Entre los 3 y los 5 años está fue mi frase más usada y mi carta de presentación.
Y también la de mi padre, que sin querer yo les anunciaba a todos cual era su nombre.


Siempre me he sentido feliz por llevar el mismo nombre que él.

Soy de los que cree que el nombre de una persona marca un poco al portador.
El nombre será tu carta de presentación, los apellidos tu responsabilidad.

Cuando me dicen que me parezco a él sonrío, pero creo que mis hermanos y yo hemos heredado en partes iguales cosas que nos identifican con él.

Ojalá me pareciera a él en todos los valores que tenía, en su fuerza para seguir caminado de pie hacia adelante incluso en los momentos más malos y difíciles, en su capacidad de trabajo...
...ojalá algún día lo consiga.



Medio año sin él y me falta mucho.
Hasta en los peores momentos cuidó de todos y ahora no encuentro esa figura que simplemente con su presencia cuidaba y protegía.
Y lo necesito, no es fácil el mundo ahí fuera sin una referencia, te puedes perder.
Es extraño comprender ahora muchas cosas que en su día no logré.


Los últimas días hablamos de cosas y entre ellas de las futuras generaciones que estarían por llegar.
Desde hace mucho lo tenía claro y ahora más.
Me gustaría que un día uno de mis hijos se llamará Luis, como su abuelo.


Donde estés, cuida de nosotros.

Sé que los ha hecho durante cada día.